jueves, 18 de septiembre de 2008

Barracas. La ciudad informal

El barraquismo de Barcelona, fenónemo urbano acaecido a lo largo del siglo XX, creó una ciudad informal al lado de la ciudad planificada de los núcleos antiguos, el Eixample, los polígonos y otras formas de crecimiento periférico. Esta ciudad informal se extendió por la montaña de Montjuic y el frente marítimo, y ocupó tanto las colinas como algunos espacios intersticiales de la periferia del Eixample. Montjuic, el Somorrostro, el Carmel o la Perona pasarían a ser nombres míticos que hoy permanecen en el imaginario de la ciudad y que, debido a su lucha por mejorar la calidad de vida, a menudo acabaron convirtiéndose en banco de pruebas de movimientos asistenciales, sociales y vecinales.
Museu d´História de Barcelona

domingo, 14 de septiembre de 2008

¿Panamá, en desarrollo?

Cuantas noticias y comentarios no hemos oido acerca del desarrollo de Panamá, que sus grandes rascacielos son comparables a la ciudad de Miami, que todos poseen autos de lujos y que visten con ropas de las mejores marcas. Todo esto responde a la verdadera realidad o es solamente el mismo espejismo que han vivido, viven o vivirán todo aquel pueblo que posee algún tipo de riqueza y que no sabe que hacer con ella.
Vivimos de espalda a los verdaderos problemas, cegados por un falso bienestar que se ha apoderado del país; ¿que haremos ahora que cada rincón de nuestro país ha sido vendido sin escrúpulos a todo aquel extranjero que ha llegado al país?, ¿hemos invertido ese dinero en algo que en verdad haga que nuestro país salga del subdesarrollo?, pues la respuesta es no, nuestro niveles educativos y de salud siguen cayendo, no existe una verdadera inversión en el capital humano y social que son los verdaderos valores que hacen que una nación se desarrolle, en cambio preferimos de hacernos la vista gorda y dejamos que todo aquel que quiera venga a Panamá y lucre a su regalada gana de los recursos que no hemos sabido valorar y a cambio de sus migajas le delvovemos nuestra tonta sonrisa, pensando que hemos hecho el negocio de nuestras vidas.

Ya el tiempo y la historia nos castigará por no saber aprovechar nuestra privilegiada posición, somos tan desarrollados como dicen muchos que ni el más básico de los sistemas de transporte podemos tener en ya entrados el siglo XXI, por culpa de los interesés de cuatro incompetentes e inéscrupulosos que solo piensan en el bienestar de su bolsillo.

Hasta cuando dejaremos que esto ocurra, solo porque nos dejan caer algunas migajas del verdadero pastel que se están llevando y de la falsa realidad de un país que nos están vendiendo.